La intrusión de un dron en el espacio aéreo de un país no es ninguna broma. Y menos si lo hace en un aeropuerto, donde puede causar serios problemas de seguridad... y menos si lo hace en China. El país desplegó ayer 1.200 soldados y dos cazas para atajar a un dron no identificado ni autorizado que entró el espacio aéreo del aeropuerto de Pekín. Al final resultó ser un dron que solo realizaba actividades de mapeo geográfico.
Según ha informado el periódico estatal China Daily, el gobierno chino autorizó un impresionante despliegue militar (1.226 soldados de tierra, 123 vehículos militares, 26 técnicos de radar, dos cazas y dos helicópteros) para atajar la posible amenaza sobre el espacio aéreo del aeropuerto de Pekín. El dron, que tenía una envergadura de 2,3 metros, sobrevoló sin autorización ni aviso previo el aeropuerto. Lo operaban tres hombres de una compañía tecnológica local, arrestados tras el incidente. Según los medios estatales, solo realizaban tareas de recolección de datos geográficos.
Volar aparatos sin autorización previa está estrictamente prohibido en China. Por supuesto, tratándose de medios estatales chinos, cuando menos hay que dudar de las cifras ofrecidas sobre semejante despliegue y de que los hombres solo fueran empleados de una empresa tecnológica, aunque esa es la versión oficial. En cualquier caso, no es el primer incidente serio que causa un dron, ni será el último. [vía AFP y Phys.org]
Foto: caza J-10 chino en una demostración aérea en China en 2010/AP
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