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Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos: los laberintos mentales de Philip K. Dick CULTURA|OPINIÓN

Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos: los laberintos mentales de Philip K. Dick

Tatiana Oliveros
Por : Tatiana Oliveros Artista, colaboradora de El Mostrador Cultura
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Lo particularmente interesante del libro de Emmanuel Carrère no es paradójicamente la vida del escritor de ciencia ficción, que es un mundo sorprendente, sino la atípica biografía que desarrolla el autor francés.


Philip K. Dick, sin duda, es un personaje único de la literatura. Fue autor de emblemáticas obras de la ciencia ficción que inspiraron películas como Blade RunnerMinority Report, además de ser pionero en diversas temáticas que han sido una suerte de guía para casi todo lo que se ha realizado en el cine de ciencia ficción en los últimos 50 años.

Dick fue un prolífico escritor, más que nada por la necesidad de vivir de su trabajo. Fue así que entró al mundo de la alta literatura por la puerta de atrás. Intentó infructuosamente escribir un libro al estilo de los grandes de la literatura universal, pero su intento no dio resultados. No por falta de talento, sino porque lo que guiaba su escritura era la ciencia ficción, sus temáticas, sus cuestionamientos y sus reflexiones. Todo decantaba en el género literario que finalmente logró dignificar.

El mundo de Philip K. Dick era, sin duda, particular. Una madre intelectual de izquierda, un padre estadounidense promedio despreciado por su esposa, una adolescencia solitaria con largas jornadas de escritura escuchando música clásica, lo que lo hizo experto en ese estilo musical, trabajos menores que le permitían desarrollar sus relatos, pero quizás lo más peculiar, y que definitivamente marcó su escritura, fue el escenario social y político que le tocó vivir.

Una California de los años sesenta vertiginosa, experimentación con drogas, el boom del psicoanálisis, la Guerra Fría en su apogeo, el miedo al comunismo y la contracultura como respuesta al conservadurismo estadounidense de la época.

Libro de Carrère sobre Philip K. Dick

 

Un viaje en el laberinto

Con todos los antecedentes que marcan la vida y la carrera literaria de Philip K. Dick, sin duda escribir una biografía del escritor podía ser extremadamente tentador. La vida de Dick lo tiene todo: un personaje particularmente inteligente, una extraña y cercana relación con su madre, un padre disminuido, una obsesión imparable por la escritura, drogas, alucinaciones, muchos matrimonios, caídas y ascensos.

Todo eso está presente en el libro de Emmanuel Carrère, y muy bien organizado, con lo que logra un relato dinámico que nunca decae y siempre se hace más entretenido. Pero lo más interesante de las elecciones del autor, para narrar la vida de Dick, es el viaje que nos obliga a tomar. Entramos en un laberinto, que finalmente es la misma mente de Dick.

Este libro -a veces es una novela y en otras, un ensayo- conforma un relato histórico de los años sesenta, y es también una biografía de Dick y de Carrère, porque, a veces, el autor gira la “cámara” hacia él y narra sus propias experiencias en relación con la vida de Dick.

La biografía novelada Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos es un retrato de un escritor que creía vivir en un mundo de múltiples realidades, y este libro también lo es. Emmanuel Carrère nos pone frente a su libro para que viajemos y decidamos si estamos vivos o muertos, si somos una realidad o la ficción de alguien que escribió un libro sobre nosotros leyendo un libro.

Emmanuel Carrère, Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje a la mente de Philip K. Dick. Editorial Anagrama

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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