Algunos selfies tienen finales fatídicos, y a veces cargarse una colección de arte valorada en miles de dólares.

A principio de este mes, una mujer que visitaba una exposición en Hong Kong del artista Simon Birch en el museo de Los Ángeles, sin querer se cayó sobre un pedestal que sujetaba una escultura. Esto hizo efecto dominó y el resto de pedestales cayeron al suelo. ¿La causa? Se estaba haciendo un selfie.

"Tres esculturas han sido dañadas irreversiblemente y el coste de este estropicio ha sido de 200.000 dólares", explica Yu. "Three sculptures were permanently damaged and others to varying degrees" .

Así quedó la instalación después del accidente.

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¿De verdad merece la pena tanto postureo? Preguntamos.

Vía: ELLE US