Desde hace unos años palabras como blogger o influencer se han ido introduciendo poco a poco en el vocabulario del mundo de la moda y, a día de hoy, son una parte imprescindible de él. La industria de la moda ya no es terreno vedado de revistas especializadas o periódicos y, en la actualidad, en la primera fila de las pasarelas, además de periodistas, podemos encontrar estilistas, celebrities y otras personas que no son ni una cosa ni otra.

Internet es un mundo infinito, por lo que no existe una distinción clara de cada rol ni quién decide lo que está de moda y lo que no. Como seguramente sabrás, la llegada de estas figuras ha causado tensión dentro de la industria, pero en un mundo cambiante como el de la moda hay sitio para todos. Sus papeles suelen superponerse y confundirse, así que vamos a intentar aclararte las diferencias entre unas y otras:

Blogger

La forma más sencilla de describir lo que es una blogger es aquella que la presenta como alguien que es conocida principalmente por su página web. Esta página web puede tener como contenido principal imágenes, como ocurre con las de Tommy Ton o The Sartorialist, o texto, como ocurre en la de Susannah Lau, Style Bubble, o en la de Chiara Ferragni, The Blonde Salad. Cuando surgieron hace más de una década, estas páginas marcaron un hito a la hora de democratizar la industria de la moda. Las bloggers de moda tienen su propio punto de vista, su propio gusto y una forma única de presentar y documentar la moda, ya sea de forma visual o por escrito.

Aquellas que gozan de más éxito han aprendido a sacar rendimiento económico a sus blogs a través de la publicidad y también actúan como influencers (como Ferragni, que se ha convertido en una marca). El futuro de los blogs es incierto y algunos están cerrando debido a la caída generalizada en su número de visitas, como consecuencia del auge de Instagram.

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Influencer

Las influencers no cuentan con un blog o una plataforma propia fuera de las redes sociales. Hace unos años se las conocía como 'It girls' y cobran por ir a los desfiles de moda, a las fiestas y cenas organizadas por los diseñadores, porque su presencia da prestigio a la marca que representan. Actualmente, el valor de una influencer se cuantifica por la cantidad de seguidores que tienen y quiénes son estos seguidores. Si sus estadísticas de Instagram indican que sus seguidores son fieles, ricos y están en la franja de edad entre los 25 y 35 años, entonces están de suerte.

Las marcas les pagan por llevar su ropa y aparecer con ella en Instagram, cobrando por lo general entre 2.300 y 5.800 € por publicación, aunque aquellas que cuentan con millones de seguidores pueden cobrar más de 34.000 €. En Estados Unidos, por ley, estas publicaciones patrocinadas deben estar identificadas como tales (y por ello van acompañadas de hashtags como #ad, #promo o #spon). Entre las influencers de más éxito podemos mencionar a Camille Charriere, Caroline Vreeland, Olivia Palermo y a Harley Viera Newton. Tanto bloggers como influencers, si son muy populares, suelen crear sus propias marcas y lanzan sus propias colecciones de moda o de accesorios o su propio podcast (Palermo, Ferragni y Viera Newton se han decantado por esta línea de negocio).

Editora

El trabajo de una editora de moda es ofrecer una visión de la industria de la moda siguiendo la línea editorial de una revista. Puede trabajar con imágenes o escribir sobre tendencias o sobre las personas que forman parte de la industria, ya sean modelos, diseñadores, fotógrafos o mujeres con estilo. Durante muchos años las editoras de moda más importantes han ocupado la primera fila de los desfiles, una señal de su importancia, pero ahora tienen que compartir esos asientos con influencers y bloggers. Una editora de moda puede trabajar para una publicación en exclusiva o ser freelance y colaborar con varias revistas, periódicos o páginas web.

Vía: Harper's BAZAAR UK