Hubo un tiempo donde un hombre luchó contra los “mutantes” en el planeta. Un tipo que le demostró al mundo que no existen los X-Men fuera de Marvel y, estaba tan convencido de ello, que ofreció un millón de dólares a quien pudiera demostrar sus poderes paranormales. Esta fue la gran obra de James Randi.
El mago antes del escéptico
Randi nació en 1928 en Toronto. Hijo de Marie Alice y George Randall Zwinge, supo que su vida iba ligada a la magia tras a una actuación de Harry Blackstone. A los 14 años sufrió un grave accidente de bicicleta que le mantiene en cama 13 meses. Durante ese tiempo, el joven Randi devoró cientos de libros de magia y conjuros.
Con 17 años se saltaba las clases para presentarse a concursos de ilusionismo, y con 20 años dejó los estudios y comenzó su carrera como mentalista en diferentes clubs nocturnos locales. Además, le ofrecieron un espacio para hablar de magia en un pequeño periódico de Montreal.
Poco después, comienza un breve periplo escribiendo una columna de astrología en el tabloide canadiense Midnight. Por aquellas fechas Randi no era Randi, se hacía llamar “Zo-ran”. Luego trabajó en el Reino Unido y más tarde dio el salto a Filipinas y Japón, espacios donde participó en varios shows de clubs nocturnos.
A principios de la década de los 50 ya era conocido como ilusionista y escapista bajo el título de The Amazing Randi. De hecho, en febrero de 1956 hizo historia al permanecer 104 minutos en un ataúd metálico sellado sumergido en una piscina de hotel (ver vídeo arriba). Aquel truco rompió el anterior récord del mismísimo Houdini (93 minutos). De 1959 a 1967 apareció regularmente en la televisión en el programa en directo para niños, Wonderama.
A partir de entonces, más o menos a comienzos de los 70, comenzó una nueva etapa marcada por el escepticismo. Nadie como James Randi para desenmascarar los engaños y el fraude detrás de los charlatanes que tratan de sacar dinero de la ignorancia de las personas.
Desde entonces ha aparecido en cientos de programas y publicado varios libros con los que ha tratado de combatir las pseudociencias y las afirmaciones paranormales.
Les dejamos con las mejores actuaciones de un hombre que afirma que El Mago de Oz es más creíble y divertido que la Biblia.
Randi contra Uri Geller
El primer gran enfrentamiento de Randi se produjo con el famoso ilusionista israelí, Uri Geller. Randi retó públicamente a Geller acusándolo de no ser más que un charlatán que usaba trucos conocidos entre los magos para hacerlos pasar como poderes paranormales.
En 1973, Geller fue invitado al programa de Johnny Carson donde, asesorados por Randi, no le permitieron sacar sus propias cucharas. Al estar en directo, Geller dijo sentirse presionado y sin poderes.
Randi contra Magneto
Un clásico. En este caso para desacreditar al hombre que se presentaba ante el gran público con “poderes magnéticos”. Al terminar la función el hombre no sólo acabó “desmagnetizado”, también aprendió lo que son los poderes de los polvos de “tal-kom”, o algo así.
James Randi vs Peter Popoff
En 1980, las televisiones estadounidenses emitían el programa de Peter Popoff, un telepredicador y curandero que aseguraba sanar todo tipo de enfermedades, desde un cáncer hasta la posibilidad de que un paralítico volviera a caminar.
El hombre creó un imperio y ganó miles de adeptos que veían en Popoff la reencarnación de un dios. Randi desenmascaró al personaje tras acudir a uno de sus directos (tenía un pinganillo que le contaba la historia personal del público). Poco después, Popoff se declaró en bancarrota.
James Randi y el hombre que movía objetos
James Hydrick se autoproclamaba psíquico y afirmaba ser capaz de realizar actos de telequinesis. Entre otras cosas, el hombre decía mover lápices y pasaba páginas de libros. Sus actuaciones le granjearon un gran número de admiradores y ganó mucho dinero entre los más jóvenes.
Randi demostró que Hydrick no era un mutante. Como vemos en el vídeo, el truco del hombre consistía en soplar (a Randi le parecía haberlo escuchado) las páginas y un lápiz sin tapa. El ilusionista y escéptico añadió pequeñas piezas de polietileno para averiguar si soplaba. Repentinamente, Hydrick ya no podía.
Después de una hora y media donde Hydrick mira fijamente a las páginas (el espectáculo fue editado para ajustar su duración), se declaró fraude. Según Randi “por tratar un simple truco de magia como magia genuina”.
Hydrick confesó posteriormente su fraude a un periodista y admitió que había desarrollado su único talento mientras estuvo en prisión años atrás, y no de un maestro chino, como dijo originalmente.
Randy contra la grafología
Como expuso el ilusionista, existían un gran número de empresas europeas que utilizaban la grafología (la capacidad de determinar los rasgos de una persona por su caligrafía) para ayudar en su proceso de contratación. En el vídeo pone a prueba a un grafólogo profesional para determinar si realmente tiene la capacidad de reconocer ciertos rasgos, o si sus resultados son determinados por pura casualidad.
Por cierto, no se ha de confundir a los expertos en documentos forenses y peritos de disciplinas científicas, con esta rama de la parapsicología.
Randi vs astrología
Otro clásico. En este caso de forma académica, ya que Randi ofrece a los alumnos de la universidad una clase magistral para explicar y probar cómo la astrología solo te dice lo que quieres oír.
Por cierto, nadie mejor que él, quien trabajó como astrólogo en un medio inventándose cada semana lo que decían las estrellas. El segundo vídeo es un bonus sobre astrología donde podemos ver al mismísimo doctor House y a Stephen Fry. Enormes.
Randi y el poder de los cristales
Maravilloso vídeo para tirar por tierra a la embaucadora que vendía un milagroso poder de los cristales capaces de curar, mejorar la memoria e incluso “cargarte” de energía.
Randi y la homeopatía
Terminamos con este vídeo donde critica duramente la homeopatía. En la actualidad, James Randi se dedica a dar conferencias en Universidades ofreciendo las claves para mantener una mente escéptica ante cualquier atisbo de fuerza paranormal.
Este artículo fue publicado originalmente en junio de 2017. Lo hemos republicado el 20 de octubre de 2020 por el fallecimiento de Randi.