Colonización y liberación

Los Mau Mau, la lucha por la independencia de Kenia

Tras 60 años de lucha, en 2012, el pueblo keniano ganó la batalla al Gobierno británico cuando Londres reconoció los abusos cometidos en el país africano entre 1952 y 1960, gracias a la publicación de unos documentos que se habían mantenido ocultos.

Foto: Cordon Press

El 11 de octubre de 2012 se reescribió la historia de Kenia. Miembros del movimiento Mau Mau consiguieron que el Gobierno británico reconociese los sufrimientos, las torturas y otras formas de malos tratos causados por la administración colonial británica entre los años 1952 y 1960. Más de medio siglo después, los abusos infligidos a la población keniana fueron pasaron a ser de dominio público.

Juramento o muerte

Nacido en 1947, el movimiento Mau Mau tomó su nombre de la cordillera que bordea el valle del Rift, aunque otras fuentes atribuyen su nombre al grito de guerra de los Kikuyu, la etnia mayoritaria en Kenia. Al final de la Segunda Guerra Mundial, en el país africano había una población de cinco millones de nativos y alrededor de cerca de treinta mil colonos europeos que controlaban las principales fuentes de riqueza. En 1946 se organizó un movimiento de rechazo al dominio británico y los Mau Mau surgieron como una sociedad secreta y fuerza de combate que reclamaba el final del colonialismo británico y el autogobierno. En sus reivindicaciones, los Mau Mau pedían la devolución de sus tierras y la igualdad de salarios. La ceremonia de iniciación al Mau Mau resume así su espíritu de combate: "Si me ordenan cortar la cabeza de un blanco y me niego a hacerlo, el juramento me matará. Si revelo algún secreto del Mau Mau, este juramento me matará. Si yo veo a alguien robando a un blanco, no lo descubriré; al contrario, le ayudaré a esconderse. Si yo rehúso a hacerlo, el juramento me matará. Si los compañeros acuerdan hacer una cosa, buena o mala, y yo me niego a obedecer, este juramento me matará".

En 1946 se organizó un movimiento de rechazo al dominio británico y los Mau Mau nacieron como una sociedad secreta y fuerza de combate que reclamaba el final del colonialismo británico y el autogobierno.

Este juramento de lealtad debía ser acatado también por las mujeres que se incorporaban al movimiento y por sus hijos a partir de los seis años. Las mujeres debían encargarse de construir los campamentos, preparar la comida y fabricar armas. Aunque la rebelión comenzó oficialmente en el año 1952, con el asesinato a machetazos de 32 colonos blancos (hecho del cual se hizo eco la prensa internacional que lo definió como una vuelta al tribalismo más brutal), las primeras acciones de la guerrilla Mau Mau tuvieron lugar en 1949, siendo sus primeros objetivos los africanos llamados loyalists, es decir, los "colaboracionistas" de los británicos. Sus muertes fueron brutales, presentando las típicas mutilaciones que se llevaban a cabo en ceremonias rituales. La violencia fue en aumento al año siguiente, principalmente en las regiones Kikuyu, Embu y Meru.

Armadas con lanzas y otros utensilios manufacturados, un grupo de mujeres Kikuyu participan en tareas de rastreo sistemático del bosque de Muguga en 1955.

Armadas con lanzas y otros utensilios manufacturados, un grupo de mujeres Kikuyu participan en tareas de rastreo sistemático del bosque de Muguga en 1955.

Foto: AP images

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Las "aldeas protegidas"

En octubre del año 1952, la confrontación con los Mau Mau se había convertido en una guerra abierta por lo que el gobernador británico se vio obligado a decretar el estado de emergencia y solicitar el envío de tropas de refuerzo desde Gran Bretaña. La represión sistemática contra la población se prolongaría durante los ocho años siguientes con el fin de combatir a los Mau Mau. Entre 320.000 y 450.000 personas de distintos grupos tribales fueron confinadas en campos, las mal llamadas "aldeas protegidas", centros de internamiento rodeados de alambre de espino y trincheras. Caroline Elkins, historiadora en la Universidad de Harvard, calcula que entre 160.000 y 320.000 kenianos fueron llevados a estos campos y que, en total, alrededor de 1,5 millones de personas fueron detenidas o trasladadas a la fuerza a las "aldeas protegidas". La historiadora estima que entre varias decenas de miles y, según los cálculos más pesimistas, hasta 300.000 kenianos murieron durante la revuelta. Por contra, menos de 100 británicos y unos 1.800 africanos leales al régimen colonial fallecieron durante este periodo.

Tras acusar a los líderes políticos nativos de apoyar a la guerrilla e instigar al pueblo a la rebelión, los británicos arrestaron a 150 de ellos, entre los que se encontraba Jomo Kenyatta, que por entonces dirigía el KAU, organización política dedicada a lograr la independencia de la Kenia británica, que fue condenado a siete años de prisión y a trabajos forzados en un centro situado al norte del monte Kenya. La represión colonial estaba encabezada por Oliver Lyttleton, primer vizconde de Chandos, secretario de colonias del gobierno de Winston Churchill. La represión se generalizó a toda la población, fuesen o no Mau Mau. Niñas y mujeres sufrieron abusos y violaciones, mientras que muchos hombres fueron torturados hasta la muerte.

Una patrulla del ejército británico cruza un arroyo en medio de la selva armados con rifles hacia 1953.

Una patrulla del ejército británico cruza un arroyo en medio de la selva armados con rifles hacia 1953.

Foto: CC

Entre 320.000 y 450.000 personas de distintos grupos tribales fueron confinadas en campos, las mal llamadas "aldeas protegidas", centros de internamiento rodeados de alambre de espino y trincheras.

En respuesta a las medidas del ejército británico, los Mau Mau establecieron una de sus bases en un suburbio de Nairobi y recrudecieron sus acciones, que se convirtieron en auténticas operaciones militares contra las granjas de los colonos y los poblados nativos que se negaban a colaborar. La escalada de violencia de los rebeldes era respondida con igual brutalidad por parte del ejército británico y por las Home Guards, tropas leales a Su Majestad, integradas en su totalidad por nativos. Al final, la violencia constante y las matanzas de europeos acabaron persuadiendo a muchos colonos de abandonar el país.

El movimiento Mau Mau comenzó su declive en 1953, muy posiblemente víctima de las propias disensiones internas. Pero a pesar de ello, las acciones de castigo de los británicos no lograban el éxito esperado, por lo que al final se optó por una nueva estrategia: los británicos crearon los "pseudo-gangs", unidades integradas por desertores y colaboracionistas cuya misión era infiltrarse como espías en las filas de los guerrilleros.

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Adiós a los británicos

En 1955, de los 120.000 guerrilleros que iniciaron la revuelta, tan sólo quedaban vivos y en libertad unos 15.000. En octubre de 1956 fue apresado el general Dedan Kimathi, que dirigía a los Mau Mau de la región de Aberdares. En el momento de su detención, tan sólo permanecían a su lado trece leales. Kimathi, autoproclamado "Caballero Comandante del Hemisferio Africano y Lord del Hemisferio Sur", había formado su primer gobierno clandestino (al que denominó Parlamento de Kenia) en los bosques de Aberdares en 1955. Kimathi fue ahorcado a principios de 1957, aunque a pesar de la detención de sus principales líderes, los Mau Mau no desaparecieron por completo hasta la liberación de Jomo Kenyatta en 1961 y la independencia del país.

En 1959 ocurrió un incidente que cambiaría por completo el curso de la política británica en Kenia. Durante un castigo colectivo rutinario, once prisioneros murieron en una de las "aldeas protegidas" y el caso se filtró a los medios de comunicación. Aquel incidente escandalizó tanto a la opinión pública de Kenia como a la del Reino Unido, lo que supuso el cierre definitivo de los campos detención. Según Gitu wa Kahengeri, presidente de la Asociación de Veteranos de Guerra Mau Mau, eran tiempos de cambio. "Los administradores coloniales entendieron que eso significaba el comienzo del proceso de independencia. Durante esos dos años se empezar a construir las estructuras del nuevo Estado y en ellas colocaron a los que se habían mantenido leales".

Tras las vallas de alambrado, 2.000 keniatas esperan retenidos a ser interrogados por la policía como sospechosos de pertenecer a los Mau Mau en una imagen tomada en octubre de 1952.

Tras las vallas de alambrado, 2.000 keniatas esperan retenidos a ser interrogados por la policía como sospechosos de pertenecer a los Mau Mau en una imagen tomada en octubre de 1952.

Foto: Cordon Press

Tras la muerte de once prisioneros en una de las "aldeas protegidas", y su filtración a los medios, el escándalo consiguiente supuso el cierre definitivo de los campos detención.

De hecho, los Mau Mau se consideraron las principales víctimas del conflicto, pues lo arriesgaron todo y luego no recibieron nada. "Cuando nos liberaron no teníamos nada, ni siquiera ropa", afirmó Kahengeri. Pero, a pesar de todo, nunca se arrepintió de haber luchado. "No recibimos nada, pero valió la pena. ¿Quién puede decir que no? Tras la independencia hubo grandes cambios. Nuestra gente va a la universidad y los británicos ya no están aquí, así que valió pena".

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¡Uhuru!

En 1961, el Gobierno británico declaró finalizada la rebelión de los Mau Mau, pero aunque numerosos kenianos fueron liberados muchos otros siguieron retenidos por la fuerza, y la violencia sistemática que sufrieron no formó parte de la historia oficial. En las elecciones que tuvieron lugar ese mismo año, el nuevo partido Kenya African National Union (KANU), sucesor del KAU, resultó vencedor, aunque su líder, Mboya, se negó a formar gobierno sin que Jomo Kenyatta, arrestado desde octubre de 1952 acusado de organizar a los Mau Mau, fuera liberado. Tras su liberación, en agosto de 1961 Kenyatta se hizo cargo de la presidencia de la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU). En diciembre de 1963, Kenia proclamó su independencia: "En un solemne acto en el estadio de Nairobi, las luces fueron apagadas y allí en la oscuridad la bandera británica fue sustituida por la de Kenia. Cuando se prendieron los reflectores un solo grito se escuchó: 'Uhuru', que en lengua swahili significa libertad".

El general Kahamocki, antiguo Mau Mau, levanta la mano derecha tras haberle entregado un rifle manufacturado al primer ministro Jomo Kenyattam en diciembre de 1963, cuatro días después de la declaración de independencia.

El general Kahamocki, antiguo Mau Mau, levanta la mano derecha tras haberle entregado un rifle manufacturado al primer ministro Jomo Kenyattam en diciembre de 1963, cuatro días después de la declaración de independencia.

Foto: AP images

Cuando se prendieron los reflectores un solo grito se escuchó: 'Uhuru', que en lengua swahili significa libertad.

Durante el acto de celebración de la independencia, los últimos guerrilleros del Mau Mau fueron a Nairobi y entregaron sus armas a Jomo Kenyatta, reconociendo su liderazgo indiscutible. Mucho más lento fue el reconocimiento de los abusos británicos, que no llegaría hasta el año 2012, cuando la Oficina de la Commonwealth Extranjera (FCO) admitió haber guardado unos documentos confidenciales que resultaron cruciales en este caso y que fueron puestos en circulación para conocimiento de todo el mundo.

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