Las frases más ingeniosas de Antonio Gasset en “Días de cine”

No sólo era el tono de voz de Antonio Gasset lo que enganchaba en las noches de “Días de cine” en La 2 de TVE. ‘El sobrino segundo de José Ortega y Gasset era un mago con la ironía, la ácida crítica velada y un más que acertado inconformismo político. Escucharle defenestrar actores y películas y compartir los mejores o peores deseos para nuestras noches eran un bálsamo para la vida diaria del espectador.

Son cientos las sentencias que lanzó desde su púlpito en el veterano programa de televisión dedicado al cine, a los que lo amaban ya los que lo idolatraban, según Gasset, sin motivo. Sus frases iban de lo políticamente incorrecto al humor más negro, pasando por su incomodidad con los tediosos anuncios. Listamos aquí algunas de sus máximas:

-“Días de cine’, un programa dedicado a entretener a víctimas del insomnio, noctámbulos, parejas en crisis, politoxicómanos e incluso a algún aficionado al cine”

-“Lo mejor del festival de San Sebastián, mi acompañante, aunque por desgracia esté enamorada de otro”. -”Vamos a una pausa publicitaria, que será tan corta como el sueldo del presentador”

-“Y llegamos a la pausa en este programa del que tan orgullosos nos sentimos. No así de algunas compañeras de la 7ª planta de Torrespaña que fuman saltándose la norma que tanto nos beneficia a todos”

-Ben Affleck es a la buena interpretación lo que un pepinillo cocido a la alta cocina”

-Hasta el próximo programa. No sabemos ni qué día ni a qué hora nos pondrán, de modo que estén atentos”.

-“Cuando vuelvan de la publicidad me habré desnudado y me tiraré al mar (en Cannes. A la vuelta de la publicidad continuó): “Era un patético intento por mantener la audiencia...”.

-“Consejos para entretenerse durante los anuncios: “Llamar a la mujer de un amigo para pedirle sexo” o “aprovechar el tiempo en perderlo, una de las mejores maneras de aprovecharlo, muy indicada contra el estrés y la ansiedad laboral”.

-Durante la pausa publicitaria, rezaré con la esperanza de que ninguno de sus hijos se haya presentado al casting de Operación Triunfo”

-“Les deseo que pasen una buena semana, sea lo que sea lo que hayan decidido hacer, incluso si es de Nazareno auto flagelante”.

-“Sé que aguantarán a estas altas horas de la noche el momento de publicidad ya que al regreso tenemos un especial del salón del cine erótico de Barcelona…”

-Nos vamos con la esperanza de que ninguno se deje llevar por los fanatismos religiosos, políticos o sexuales: los primeros por no llevar a nada, los segundos porque el objeto de deseo suele ser un idiota de renombre y los últimos por las continuas frustraciones”

-“Sed buenos, y si por lo que fuera no podéis, seguid siendo malos, la diferencia es mínima”.

-”Llega el momento de la publicidad, disfrutad del cine si podéis. Si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente del Gobierno”

-”Llegó la pausa. Refugiaros entre los seres queridos y mirad este aparato, la televisión, sea del precio que sea, con recelo y cierta desconfianza. Por él pueden surgir ataques frontales contra la razón y el buen gusto”.

-”Se estrena estos días la película ‘El último samurai’, protagonizada por el ex-marido de Nicole Kidman, único dato destacable de este actor llamado Tom Cruise”

-“Llego la hora de la pausa. Espero que puedan contener durante unos minutos los impulsos sexuales de vuestras parejas. Si no puede ser, no puede ser… en cualquier caso volveremos después de la publicidad con el sector más casto de la audiencia”.

-”Para ir al cine con esta cartelera hay que tener coeficiente intelectual negativo”

-”No os droguéis, porque la ingesta de estas sustancias puede producir efectos indeseados. Un amigo mío se tomó el otro día cierta pastilla y creyó ver a George Bush leyendo un libro”

-“Tan guapa actriz como mala la película que ha venido a promocionar”

-“Pausa para pasar a ver a Buenafuente pero regresad enseguida que el ya tiene suficiente audiencia, es más debería obligar a sus seguidores a pasarse por nuestro programa, nos vendría muy bien a ellos a nosotros y Buenfuente a penas lo notaría”.