Cae la noche en Finlandia: cómo vivir en época de tinieblas

A finales de noviembre, las poblaciones de Finlandia y otros países más allá del Círculo Polar Ártico presenciarán la última puesta de sol de 2022 antes del inicio de la noche polar.
Lago Summanen Saarijärvi Finlandia.
Tapio Haaja / Unsplash

Desde su estreno en 1998, la cuarta película de Julio Medem, Los amantes del Círculo Polar, se convirtió en una cinta de culto y sinónimo del amor más arrebatado. La historia muestra cómo los protagonistas Ana y Otto –el piloto– recorren durante una hora y media un viaje circular, repleto de casualidades, con destino a Laponia. 

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La película fue rodada durante los meses de verano, cuando en esta región septentrional de Finlandia da comienzo el sol de medianoche, un fenómeno de casi dos meses de sol infinito en los que las noches se vuelven tan luminosas como el día. 

Aunque el sol de medianoche solo se puede experimentar en todo su esplendor en latitudes que se encuentran por encima del Círculo Polar Ártico, las noches blancas –durante las que amanece muy temprano, anochece muy tarde y la oscuridad nunca es completa–, tienen lugar en todo el país, incluso en su capital, Helsinki. Sin embargo la naturaleza es caprichosa y, por ello, estos meses en los que el sol no duerme nunca tienen su contrapartida en los oscuros inviernos árticos.

Sol de Medianoche.Getty Images

Los inviernos de Escandinavia son de los más largos y oscuros de todo el planeta pero, paradójicamente, los finlandeses llevan varios años consecutivos encabezando el ránking de la felicidad. Solo un pequeño porcentaje de la población mundial vive en condiciones lumínicas como las de los habitantes de Helsinki, su capital. El día más corto dura seis horas, el más largo supera las 18 horas y cuanto más al norte más extremas son las condiciones, llegando a experimentar oscuridad durante las 24 horas del día a partir de noviembre. Y aún hay más, en el invierno finlandés no solo escasea la luz del día, sino que la calidad de la que hay es bastante pobre.

La noche polar es un fenómeno provocado por la inclinación del eje de la Tierra, en el que la ausencia de luz solar se prolonga más de 24 horas en el Círculo Polar Ártico y Antártico. Durante semanas, e incluso meses, el sol no llega a alcanzar nunca una altura suficiente para aparecer por encima del horizonte en las regiones más cercanas a los polos en las que, además, el frío se intensifica en esta época alcanzando una temperatura media de -20 grados centígrados. 

La vida en los lugares situados por encima del Círculo Polar Ártico durante la noche polar no solo puede ser sombría, sino también desconcertante. Se dice que los residentes de algunas partes de Alaska llaman a la estación de policía local para confirmar que día es ya que, a medida que el estímulo lumínico se va retrasando cada día a medida que el invierno avanza, el ritmo circadiano puede desincronizarse, algo así como un jet lag a cámara lenta.

El hotel ártico Iso-Syöte, Finlandia.Visit Finland

A LA ESPERA DEL AMANECER

Cuando cae la noche en Finlandia, la oscuridad plena, los finlandeses tienden a pasar muchas más horas en casa, una actitud que encuentra su réplica en el repliegue que parece que también se produce mentalmente, hasta el punto que muchas personas dicen no recordar con exactitud lo que han hecho durante esos meses. Pero, ¿qué se siente al vivir casi siempre a oscuras? 

Según un estudio realizado por expertos de la facultad de Medicina de la Universidad de California (UC), en San Diego, existen cambios de comportamiento que responden a la duración del día. El informe, publicado en la plataforma Science Advances, advierte sobre cómo la reducción de la luz del día en invierno se asocia con el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una afección del estado de ánimo caracterizado por trastornos depresivos más habituales en las regiones más al norte del planeta.

A menudo, asociamos la depresión con los lugares oscuros. En su Carta de Suecia de 1969, Susan Sontag señala que la falta de luz se corresponde con el estado de ánimo de las personas que conoce: “(...) el tiempo interior aquí es oscuro”, escribe. Pero esto es solo anecdótico en el caso de Finlandia que, como hemos mencionado, suele encabezar el ranking de los países más felices –entre los motivos se citan las ayudas al desempleo, a la maternidad y paternidad y la seguridad laboral, entre otros–, y el porcentaje de propensión a la depresión de sus habitantes no es mayor que el de otras naciones europeas.

Los emblemáticos almacenes Stockmann, Helsinki (Finlandia).Alamy

Dicho esto, hay estratagemas que los escandinavos utilizan para sobrellevar la situación. Algunas soluciones pasan por la tecnología, como instalar lámparas para favorecer el ánimo y la concentración de los estudiantes en algunas escuelas, pero también hay otras más habituales, como recurrir a la suplementación con vitamina D y aumentar la frecuencia –y la intensidad– en la práctica de ejercicio físico. La cafeína también es importante por estos lares. 

Según datos de la Asociación Internacional del Café, cada finlandés consume doce kilos de café al año, lo cual convierte a Finlandia en el segundo país del mundo en consumo per cápita de este producto, solo por detrás de Luxemburgo –puesto que, además, no ocupa a causa de los hábitos cafeteros de sus habitantes, sino del comercio transfronterizo que mantiene con los países vecinos–. Otra forma de vencer el poder soporífero de la oscuridad es a través de la célebre sauna finlandesa y su correspondiente inmersión posterior en el agua helada –puede parecer una locura, pero al menos te mantiene despierto–.

La luz nórdica posee una calidad única en el espectro estacional que la hace extraordinariamente bella. En invierno, la luz suave y gris es la más habitual, pero cuando el cielo está despejado la noche en Finlandia no es negra, sino azul marino, y se refleja sobre la nieve tiñéndola de azul. 

Hay algo en la profunda oscuridad del invierno que otorga al verano una especie de éxtasis. Cuando la primavera se acerca, los finlandeses se desperezan confusos, como si se tratase del despertar de una noche de sueño agitado. Pero mientras esto no llega, prefieren abrazar la oscuridad y disfrutar de la vida indoors y de la fortuna que supone el haber nacido en uno de los lugares más mágicos de la tierra.

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